Tenochtitlan
Tenochtitlan fue una de las capitales del Imperio mexica, y una de las ciudades más avanzadas y prolíficas, siendo incluso mejor en algunos atributos y tecnología que las grandes ciudades europeas de aquella época.
Los mexicas tenían especial consideración por la armonía etérea y del cosmos dentro de sus construcciones, ejemplo de ello es la orientación del templo mayor de Tenochtitlan, ya que en épocas de lluvia, el sol salía a un lado del Templo de Tláloc, y en la época de estío, salía a un lado del templo Huitzilopochtli. Durante los equinoccios, el sol salía en el medio de los templos y apuntaba exactamente hacia el templo de Quetzalcoatl, quien es la principal deidad de las culturas mesoamericanas, y del cual se creía algún día habría de regresar.
Tenochtitlan no solo está relacionada intrínsecamente con Quetzalcoatl en aspectos arquitectónicos, puesto que en la cosmovisión mexica ha estado siempre presente y una de las relaciones más interesantes de esta ciudad, de Moctezuma su emperador, y de sus pobladores; es la de la leyenda en la que algunos autores afirman que la venida de Quetzalcoatl a la ciudad pudo haberse interpretado por los mexicas como la llegada de Hernán Cortés, el cual estaba maravillado de la riqueza, avances tecnológicos y la belleza de la gran Tenochtitlan. No obstante hay algunos otros autores que se afirman que esta teoría no es sino uno de los motivos para justificar la conquista, de ser así aún podemos esperar la venida de Quetzalcoatl.