Playera Quetzalcóatl, La Sabiduría 3F

Quetzalcóatl, La Sabiduría

Una vez, en la antigua ciudad de Tollan, habitaba un príncipe de luz y sabiduría, llamado Quetzalcóatl. Bendecido con un espíritu bondadoso y generoso, se entregó a la enseñanza, transmitiendo a los hombres y mujeres de Tollan los oficios que darían forma a su civilización. Las enseñanzas de Quetzalcóatl fueron como el rocío matutino sobre los campos de maíz, y bajo su guía, Tollan floreció. Pero al igual que el rocío puede desvanecerse bajo el sol ardiente, así ocurrió con la armonía de Tollan. Los humanos, embriagados con el conocimiento que habían adquirido, buscaban usarlo para obtener ventajas y privilegios sobre sus hermanos y hermanas; el pecado original de la cultura mesoamericana. 

Fue en ese momento de discordia cuando el alma de las personas que buscaban privilegios se materializó materializó en este plano terrenal. Para regresar a Tollán debemos aprender que todos somos un mismo ente; así como los árboles del Amazonas que se protegen mutuamente compartiendo nutrientes y químicos con sus raíces.  “Nosotros, al igual que las estrellas en el firmamento y las olas en el océano, somos partes del mismo ente: el Universo”, enseñaba Quetzalcóatl ya en este plano material. Tanto es así, que cuentan las leyendas que múltiples poblaciones mayas lograron desmaterializarse (desaparecer de este plano terrenal)  accedieron a Tollan; antes de que nos contaminaran las ambiciones occidentales. 

La historia de Quetzalcóatl y su misión de enseñanza en Tollan nos recuerda la importancia de recuperar la sabiduría mesoamericana, especialmente en estos tiempos modernos. Es una llamada a recordar que nuestro objetivo como almas en este plano terrenal es buscar la plenitud del Universo, de comprender que somos uno con todo lo que existe y que la verdadera sabiduría yace en la unidad y la armonía con todo lo que nos rodea.

Razón por la cual, este diseño, cuenta con un niño siendo parte del Quetzalcóatl, representado que todos somos un mismo ser. El objetivo de nuestra alma dentro de este plano es aprehender lo más que se pueda para regresar a nuestra casa; Tollan o el cielo. 

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